No queremos caridad, queremos justicia y dignidad

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La presidenta ha organizado un acto ceremonial grotesco y ridículo para que la oligarquía constituida por la banca y el empresariado grande del país haga un acto de caridad miserable en el Palacio de gobierno, para lavarse las manos ante el hambre, la muerte y el dolor que se avecina a la sociedad boliviana.

 

La banca ha ganado en el periodo agosto 2018-agosto 2019 la suma de 208 millones de dólares, según información oficial. Este monto ha sido fruto del trabajo de todxs, pero especialmente de la gran masa de deudorxs pequeñxs que pagan altos intereses.

 

El gobierno no les ha exigido condonación de deudas, ni suspensión de cobros de deuda de crédito de vivienda o crédito productivo, únicamente se han dignado a postergar para junio el pago de las cuotas, por lo tanto es una decisión injusta para la recesión económica que está en puertas. Esta realidad no debe ser envuelta en discursos superficiales, hablamos del hambre, de la inexistencia de empleos, de la pobreza que hoy está carcomiendo las vidas sobre todo de las mujeres y que mañana se seguirá multiplicando en las espaldas de las mujeres.

 

Esa oligarquía ha hecho la ridícula donación de 19.700.000 bolivianos que canalizará a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para la compra de reactivos para las pruebas de coronavirus que, evidentemente, son insuficientes y no se están haciendo. El acto de caridad con el que se lavan la cara y las manos es lo que indigna e indispone.

 

Ellos empresarios y banqueros tienen en sus manos por los próximos meses la vida de trabajadoras y trabajadores, de pequeñas y pequeños deudores; las ricas y ricos de este país tienen todas las posibilidades dentro de sus empresas y bancos de implementar medidas reales y honestas que contribuyan cualitativamente con cada trabajador y trabajadora, pequeño deudor, pequeña deudora, para que así hagan frente a la crisis económica que se viene; pero estos oligarcas están viendo la manera de perder lo menos posible haciendo un amago de generosidad calculado que, sumando y restando, les sale baratísimo con relación a lo que le deben a este país.

 

Mientras la gente que les ha hecho millonarios con su trabajo ha renunciado al 100% de sus ingresos asumiendo la cuarentena, otras empresas como la Coca Cola, supermercados, empresas de carne, entre otras, continuan trabajando como si nada. Y la banca no solo se lava la cara, sino que maltrata a la gente que acude a sus instalaciones a cobrar los bonos.

 

Exigimos que la banca destine el 50% de sus ganancias netas del 2019 para un fondo bancario que regresaría a sus arcas para cubrir las siguientes medidas:

 

    1.- Condonación del 100% de todas las deudas menores a los 10.000 dólares.

 

    2.- Suspensión y condonación de todas las cuotas de créditos de vivienda por el lapso total que dure la cuarentena.

 

En cuanto a Samuel Doria Medina que fue parte del acto, decirle que no tiene sangre en la cara, porque se trata de un acto que forma parte de la campaña electoral que está desplegando el gobierno. Doria Medina y la presidenta transitoria manosean la desesperación de la gente y se burlan de todas y todos nosotros. Al empresario Samuel Doria Medina le exigimos:

 

    1.- Que abra sus hoteles: Los Tajibos en Santa Cruz y el Andino en La Paz para responder a los tratamientos de pacientes con coronavirus.

 

    2.- Aue devuelva al Estado los 40 millones de dólares que debió pagar por la venta de la mitad de las acciones de la Sociedad Boliviana de Cemento (SOBOCE) en la transacción off shore que realizó en Panamá. La empresa que vendió funciona en Viacha, que es donde debió pagar los impuestos.

 

    3.- Con esos 40 millones de dólares si los respiradores costaran 20 mil dólares alcanzaría para comprar 2.000 respiradores. Si las unidades de terapia intensiva costaran 120 mil dólares, incluidos los salarios para el personal, ese dinero serviría para comprar 400 unidades de terapia intensiva; si un kit completo de bioseguridad para profesionales de la salud costara 9.600 dólares serviría para comprar 4.166 kits completos de bioseguridad para nuestrxs médicxs, enfermerxs y personal sanitario. Con una mínima parte de ese dinero se podría dar un trato digno en alimentación, medidas de seguridad y condiciones de higiene al éxodo de bolivianxs que están hacinadxs en un campo de concentración sin derechos en la frontera con Chile. Con mucho menos todavía se podría habilitar albergues dignos en todo el país para las y los indigentes, donde reciban alimentación y cobijo, porque también son bolivianxs que ahora no tienen ni siquiera basura donde escarbar.

 

    4.- Sugerimos a la Policía boliviana que por dignidad la próxima que Doria Medina vaya a donarles sus barbijos de 4 centavos se los tiren en la cara.

 

No es que no hay dinero en el país, es que los millonarios se lo están guardando sin aportar absolutamente nada. No queremos caridad, limosna, ni que se utilice la desesperación y la pobreza para quedar como benefactores. Y sobre todo que la emergencia por el coronavirus no sea la palestra de las campañas electorales.

 

El acto en el palacio ha sido humillante para el conjunto de la población que ha renunciado al 100% de su ingreso.

 

Ha sido denigrante ver que se felicitan y agradecen por su maravilloso trabajo unos a otros, mientras un éxodo de bolivianxs que regresan a pie desde Chile son acusados de ser portadores peligrosos de la enfermedad como si no lo fuéramos todxs en igual medida.

 

Las medidas de este gobierno de transición deben exigir por ley que los sectores privilegiados hagan un aporte del 50% de sus ganancias netas del 2019 para un gran fondo social con que gestionar esta emergencia sanitaria.

 

Todas y todos tenemos que ponerle el hombro a esta pandemia. Todas y todos perderemos, pero deberá ser proporcionalmente. Todas y todos haremos sacrificios, pero algunos pueden hacer mucho más por el país que otros. Todas y todos estaremos en peligro de caer enfermas y enfermos, y todas y todos tendríamos que tener el mismo derecho humano de la salud. Esperamos su reacción, estaremos atentas a sus actos y no a sus discursos, y obraremos en consecuencia. El pueblo en sus casas encerrado espera su reciprocidad para con su encierro y su sacrificio. El pueblo espera de todas y todos ustedes salud, vida, dignidad y justicia. Los gobiernos, los bancos, los grandes empresarios, están en deuda con todas y todos. ¡¡¡Se lo deben!!!

 

COBERTURA PERIODÍSTICA

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