Redacción Canal Abierto | “Si el problema aquí es el poder, lo que necesitamos aquí es desempoderamiento. ¿Por qué no hay talleres de desempoderamiento para banqueros? ¿Por qué no hay talleres de desempoderamiento para patrones? ¿Por qué no hay talleres de desempoderamiento para padres que se consideran cabeza de familia?”. La pregunta que se hace María Galindo, artista, intelectual, activista y creadora boliviana desteje una trama de lenguaje presuntamente feminista que enreda el pensamiento.
Para María, “toda esta inflamación de la categoría de género está insuflada con dólares de los organismos internacionales para confundir a los movimientos, y a los movimientos feministas por encima de todos”.
“Hay neoliberalismo de género, hay género y desarrollo, hay políticas de subalternización de las mujeres que llevan el apellido de género. Hay mucho que desconfiar –analiza-. Se usa género como sinónimo de mujer, pero se borra la palabra mujer y por lo tanto utilizando la palabra género se elimina al sujeto. Y cuando tú eliminas al sujeto, eliminas la posibilidad de luchar. Porque sólo el sujeto se emancipa, no emancipas al género. Es Carmen que se emancipa, es Juan que se rebela, es María que se emputa. Es importante que las feministas no nos dejemos confundir: no es el género lo que queremos cambiar, es el sistema capitalista patriarcal colonial”.
Fundadora del colectivo Mujeres Creando y autora de libros como Ninguna mujer nace para puta, y A despatriarcar, María discute hasta los términos de la discusión feminista. No se trata de maestrías ni especializaciones, sino de revolución constante y cotidiana. No se trata de empoderarse, sino de desempoderar al poder. No se trata de una jerarquía, sino de múltiples estratos sociales que le dan a cada oprimido la posibilidad de oprimir a otro.
“Sólo el sujeto se emancipa, no emancipas al género. Es Carmen que se emancipa, es Juan que se rebela, es María que se emputa. Es importante que las feministas no nos dejemos confundir: no es el género lo que queremos cambiar, es el sistema capitalista patriarcal colonial” (María Galindo, artista, intelectual, feminista).
A continuación, algunas de sus reflexiones, en esta entrevista para Es La Política (ELP):
¿Qué es el feminismo?
- “El feminismo no es un proyecto de derechos para las mujeres, que es con lo que se sigue domesticando al feminismo. El feminismo es una lucha antisistémica, de un sujeto muy complejo que va mucho más allá de las mujeres”.
- “El sujeto del feminismo que está renaciendo en esta parte del mundo es un sujeto desde abajo. Desde las mujeres pobres, desde las mujeres jóvenes, desde las mujeres trasgresoras. Yo hablo de un feminismo intuitivo, que no es feminismo que te nace porque te enseñaron feminismo, te nace de la ruptura de los mandatos que cargó tu madre. Te nace de leer el cuerpo de ella. De leer la calle. Te nace de leer la indignación que sientes frente al femicidio”.
Sobre el Poder:
- “La teoría del empoderamiento no es una teoría que está naciendo desde el movimiento, sino que es una herramienta de disciplinamiento que nace desde las instituciones que necesitan disciplinarnos. Obviamente, el desempoderamiento no se va a dar porque todos quienes están en una estructura de poder se aferran a ese poder. La teoría del empoderamiento es la ficción que nos venden de que lo que nos falta es poder, no nos falta poder. Frente al Poder no te empoderas, frente al Poder te rebelas. La propuesta es la de nuestras abuelas, abuelas y demás ancestros: la rebelión, la subversión, la ruptura”.
- “En Bolivia, las políticas de empoderamiento frente a la crisis provocada por el neoliberalismo fue endeudar a las mujeres. Yo te empodero con 500 dólares para que te conviertas en deudora y creas que no eres una desempleada sino que eres una emprendedora”.
El machismo:
- “Las jerarquías sociales son muchas y son múltiples, no es un mundo tan maniqueo en el que estamos. No es que tú colocas al hombre blanco, heterosexual, del norte y todo lo demás está debajo. El capitalismo neoliberal tiene la capacidad de organizar las sociedades en jerarquías minúsculas que compensan a todos los de abajo en relación al que está más abajo. Los hombres tienen en las mujeres la amortiguación del lugar de sumisión en el que están. Ojo con eso. El machismo es la debilidad de los hombres y no su fortaleza”.
Las trampas del sistema:
- “La ley de cupo es cuota biológica, que tiene el límite de no ser una cuota ideológica. Una mujer no está ahí por lo que piensa, sino porque es portadora de útero. La cuota tiene que ver con lanzarnos a las mujeres el mensaje de ‘ustedes tienen que ser parte del sistema’. El sistema lo único que necesita es la inclusión: de las personas con discapacidad, de la trans, de las mujeres. No queremos inclusión, queremos revolución, queremos cambio estructural. El neoliberalismo puede incluir a mujeres o a indígenas y no modificarse”.
La revolución es ahora:
- “La rebelión es desde el cotidiano, sí o sí. Es una rebelión que está en el territorio donde trabajas, que está en tu casa, que está en el sector donde estás organizada, que está el medio de comunicación. Hoy en día el sistema político formal de partidos no está ofreciendo ninguna propuesta real para la sociedad que estamos construyendo o que soñamos. Hay un momento en el cual esta rebelión cotidiana va a rebalsar los límites de donde estamos actuando hacia la gestión de todo”.
- “Las soluciones están saliendo de la gente, y son soluciones profundas. Cualquiera de las fábricas recuperadas es una demostración didáctica de que se puede”.
- “Hay una novedad muy importante que trae el feminismo: la revolución no es una revolución finalista que no las vas a ver, que va a ser dentro de 40 años. La revolución es algo que necesitas sentir, esa alegría, hoy”.
Articulo original en Canal abierto