Jeanine Áñez asumiendo la presidencia de Bolivia el 12 de noviembre de 2019, con su hija Carolina Ribera a su izquierda. Foto de Wikimedia Commons de contenido libre modificado por Global Voices.
Ferviente cristiana, madre de familia y autoridad firme: así se presenta la imagen de la presidenta y candidata a la presidencia de Bolivia, Jeanine Áñez.
Su faceta cristiana le ha valido comparaciones con los presidentes Trump y Bolsonaro y se hace explícita en su gestión estatal y discursos religiosos, a pesar de que Bolivia es un país laico por constitución.
“Sobrevuelo de bendición. Dios bendiga La Paz”, publicó Añez cuando despidió a uno de los cuatro sobrevuelos realizados en helicópteros por la Fuerza Aérea de Bolivia para bendecir ciudades como Cochabamba, Tarija, La Paz, El Alto y Montero. Cada uno duró aproximadamente una hora y llevó a bordo a sacerdotes, pastores evangélicos y autoridades legislativas que llevaron consigo agua bendita y estatuas.
El sobrevuelo de Tarija le habría costado al estado USD 11.500, mientras que los de las otras ciudades sumaría al menos USD 9.000 en total. La suma equivale a los ingresos de cinco años y medio de alguien con un sueldo mínimo, actualmente de USD 307.
También se organizaron bendiciones terrestres. En La Paz, la policía paseó a su patrona, la Virgen de Copacabana, con el fin de infundir ánimos a principios de la cuarentena. En Santa Cruz, líderes evangélicos tocaron el shoffar, un instrumento judío, y recorrieron la ciudad en veinte vehículos durante cinco horas en la “jornada de oración y ungimiento” organizada por el Ministerio de Defensa y la iglesia Casa de Oración. Uno de los ministros de esta iglesia es el hermano de Áñez, Juan Carlos Añez, también candidato a diputado por Santa Cruz.
Frente a esta situación, opiniones gráficas han surgido:
El cloro, más barato que el alcohol, se ha popularizado como elemento básico para la desinfección de superficies y personas en la pandemia.
Áñez también llamó a ayunar y orar dos veces durante la cuarentena por COVID-19. Los llamados fueron rechazados en un grafiti, un tuitazo y comunicados de ONG. “Es ofensivo y humillante cuando hay quienes mueren de hambre”, indicó la escritora Paola Senseve al periódico El Deber. Entre ambos llamados ocurrió el homicidio-suicidio de una niña cuya familia no comió durante dos días. Su caso sería uno de 453 mil bolivianos que serán llevados a la pobreza extrema este año, prevé la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En sus discursos, es recurrente la frase “Dios bendiga a Bolivia”, presente también en su programa de gobierno. Áñez pidió que sus ministros oraran. En sus primeros momentos como mandataria llevó una Biblia gigante y dijo: “La Biblia vuelve a Palacio”.
Cuando la BBC le preguntó por su fé versus la laicidad de Bolivia, Áñez indicó que la laicidad fue una imposición del partido del ex presidente Evo Morales en la constitución y mostró entender lo laico como ateo.
El periodista Javier Badani analizó la postura de Añez en Facebook: “La posturas religiosas están protegidas por la constitución. Lo que no es correcto es pregonar creencias personales haciendo uso de los recursos públicos del Estado, privilegiando sus creencias sobre las los demás. Áñez y Morales han vulnerado normativa básica. Es igual de reprochable que la cruz y la Biblia “vuelvan” al Palacio, como lo es que se ch’alle y se haga k’oa [ritos andinos] en este espacio estatal. No es correcto buscar réditos políticos instrumentalizando creencias tan enraizadas en nuestro país.” En su momento, Morales también fue cuestionado por instrumentalizar ritos religiosos andinos.
El meme compara a Evo Morales con el personaje apodado “El Rey Loco”, de Juego de Tronos, pues prefería destruir su reino antes que dejar el trono; y compara a Jeanine Añez, con la orden cristiana y militar de los caballeros templarios.
En Bolivia, el 88,7% se declara cristiano y hay un sincretismo entre lo autóctono y lo cristiano fruto de la colonización. El país se declaro laico desde 2009, pero aun así, el Estado presupuestó 1,7 millones de dólares para la visita del Papa Francisco en 2015; la iglesia fue una de las pacificadoras de la crisis electoral de 2019; y policías y militares tienen sus propias vírgenes, la de Copacabana y la del Carmen.
La religión es parte de la campaña de la mitad de candidatos presidenciales. Si bien el uso de símbolos religiosos está prohibido, no es delito. “Lo religioso puede ser un elemento clave para atraer votantes. Se ha demostrado en las últimas elecciones con la votación obtenida por un desconocido pastor evangélico. Áñez sabe usar esto a su favor. El conflicto se produce cuando su religiosidad interfiere en la administración pública y genera un gasto para el Estado y el uso de bienes públicos, lo cual es condenable desde todo punto de vista”, dijo la periodista María Silvia Trigo a Global Voices por email.
Además de las referencias religiosas, “firmeza” es otra palabra recurrente en los discursos de Áñez. Ella trata de mostrarse como fuerte, decidida e intolerante a la corrupción, aunque la imagen proyectada no coincida con los actos de su Gobierno, indicó Trigo.
También está presente su faceta de madre. “Les pido como madre” es una de sus frases más recurrentes. “Orgullosa mamá” de sus hijos es parte de la presentación de Áñez en Twitter y Facebook. Áñez se disfrazó de Mamá Noel para una entrega de regalos a niños en el Palacio de Gobierno. Su spot de candidata empieza con ella diciendo: “Había que poner la casa en orden” y la muestra dirigiendo la gestión de un hogar junto a un grupo de personas. Durante la cuarentena, la hija de Áñez, Carolina Ribera, declaró: “Mi madre es madre de todos los bolivianos”.
Créditos de la ilustración: Danitza Luna, miembro de Mujeres Creando. Pieza utilizada con permiso.
En rechazo, la integrante del grupo feminista Mujeres Creando, Danitza Luna, respondió: “No te acepto a Jeanine Áñez como mi madre” y pintó una caricatura de Añez como la Virgen María. El ángel tiene el rostro del Ministro de Gobierno, Arturo Murillo y la cruz de la corona es símbolo de Santa Cruz, departamento donde se iniciaron las protestas de 2019. El resto de la corona muestra las constantes amenazas de cárcel en su forma de gobernar, indicó Luna. Su velo tiene la bandera estadounidense y el camuflado militar, quienes habrían apoyado su asunción. Su aura son armas y su base son policías y militares a sus pies.
Luna definió el gobierno de Añez como un “autoritarismo maquillado de bendiciones”.